Publicado en El Mostrador
La investigadora fue distinguida con el premio Adelina Gutiérrez de la Academia Chilena de Ciencias. Recientemente asistió a simulacro de nueva pandemia en que estuvieron presentes Bill Gates y el subdirector de la OMS.
La ingeniera en Biotecnología Molecular, Fabiola Osorio, doctora en Inmunología y Patología Molecular de la University College de Londres, está desarrollando una investigación destinada a identificar de manera temprana señales de procesos inflamatorios, con la expectativa de que esto permita impedir su desarrollo y prevenir enfermedades.
La científica del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, fue distinguida con el premio Adelina Gutiérrez para investigadoras jóvenes de la Academia Chilena de Ciencias.
Su trabajo está enfocado en los procesos vinculados con la síntesis de proteínas en el sistema inmune, los que han sido ampliamente estudiados en relación a patologías como el cáncer, neurodegeneración e infecciones.
La investigación de la doctora Osorio, cuenta con financiamiento del Howard Hughes Medical Institute (HHMI) Estados Unidos, que la galardonó como una International Research Scholar. En la convocatoria que dio lugar a ese reconocimiento, los investigadores fueron seleccionados en el marco de una asociación de respetadas instituciones científicas a nivel internacional al que también pertenecen la fundación de Bill y Melinda Gates, el Wellcome Trust de Reino Unido y la Fundación Caoluste Gulbekian de Portugal.
En virtud de su vínculo con el conglomerado, en octubre participó en el congreso Grand Challenges 2022, organizado por la Fundación Gates en Bélgica, donde se efectuó el simulacro de una nueva pandemia que podría afectar al mundo. En el evento estuvieron presentes el multimillonario fundador de Microsoft, el subdirector de la OMS, científicos y representantes de la sociedad de diversos países.
Colaboración científica e interés de industria farmacéutica
La línea de investigación de la doctora Osorio busca entender cómo las señales de estrés celular contribuyen a la generación de una respuesta inmune protectora. La profesional explica que la inflamación es un proceso con el que los seres humanos estamos familiarizados y que se presenta en episodios tan comunes como la picadura de una abeja o los efectos de una quemadura, como también en ciertas enfermedades crónicas.
El fenómeno tiene un componente inmunológico en su origen “y lo que nosotros estamos tratando de entender es cuáles son las señales que contribuyen a originar la inflamación”.
“Nuestro laboratorio, expresa la doctora Osorio, ha generado conocimiento fundamental que indica que las señales de estrés celular asociadas al retículo endoplasmático son indispensables para un tipo de célula del sistema inmune que es la célula dendrítica, la gran coordinadora entre la respuesta inmune innata y la adaptativa. E interviniendo esta célula nosotros podemos modular, por ejemplo, la respuesta a largo plazo, que es a lo que una terapia o una vacuna apuntan. Nosotros estamos estudiando etapas muy tempranas de la inflamación, tratando de entender si interviniendo al comienzo del desarrollo de una patología podemos prevenirla”, sostiene la científica.
Además, considera que su investigación “es un grano de arena que se integra a múltiples grupos de trabajo a nivel internacional que en conjunto han contribuido a generar interés en el desarrollo de compuestos farmacéuticos que permiten regular estas señales de estrés celular. El descubrir señales nuevas de inflamación ha generado un interés enorme no solo a nivel de ciencia fundamental, sino que también a nivel de compañías farmacéuticas que hoy en día están generando fármacos para activar o suprimir estos procesos”.
Añade que su aporte puede llegar a complementar el avance tecnológico de terapias que se encuentran en fase de estudio preclínico. Su pronóstico es que “prontamente vamos a disponer de una batería de herramientas con la cuales podremos estudiar en mayor profundad diversos modelos de enfermedades”.
Simulación de una próxima pandemia
Debido a sus estudios y financiamiento, la doctora Osorio fue invitada a participar en octubre del congreso Grand Challenges 2022, de la Fundación Bill y Melinda Gates realizado en Bélgica, donde se efectuó la simulación de una nueva pandemia más agresiva que el Covid 19 y se discutieron las decisiones claves que debieran tomarse para enfrentarlo a tiempo.
En la conferencia estuvieron presentes el multimillonario fundador de Microsoft, el subdirector de la OMS, autoridades de salud, científicos, y representantes de distintos estamentos de la sociedad de diversos países.
La doctora Osorio señaló que en Europa y Estados Unidos están desarrollando planes de preparación concretos, pero tiene la impresión de que en Chile “todavía no queremos asumir esta responsabilidad. Al parecer todavía estamos en un estado de negación dadas las severas consecuencias que el COVID-19 dejó en nuestro país, tenemos la idea de que ya el Covid pasó y estamos en calma. Pero yo creo que es momento de empezar a pensar y planear de manera inteligente, utilizando eficientemente nuestros recursos y nuestras capacidades, para coordinar cuáles acciones concretas se pueden tomar para estar bien preparados”.
Sostiene que los científicos ligados a la organización del evento en que ella participó en Bélgica cuentan con información que permite modelar y proyectar situaciones probables de contagios antes que se produzcan. A esto atribuye que Bill Gates haya declarado en una conferencia que dio en 2018 que se avecinaba una pandemia de virus respiratorio.
En la simulación realizada en octubre en el país europeo, se realizó el ejercicio de una potencial pandemia con un virus no existente en la vida real. Con pantallas en que se presentaban despachos periodísticos ficticios dando cuenta de la emergencia, los participantes debían plantear las decisiones que les parecerían pertinentes para el caso.
La doctora Osorio señala que la primera lección derivada de la actividad es la importancia de fortalecer la comunicación eficiente entre países, “es indispensable, comenta la científica, porque si uno tiene un patógeno en un país y el país del lado no tiene buenas políticas de salud, no tiene una capacidad científica que apoye, no tiene capital médico, no se saca nada con aislarse, porque igual terminará siendo afectado”.
También se concluyó en la necesidad de tener lideres (políticos/ clínicos sociales/ científicos) proactivos y personal capacitado que pueda moverse de un país a otro para apoyar en la adopción de las medidas adecuadas, que pueda transmitir conocimiento de manera rápida y en caso de contar con una terapia la aplique de manera eficiente.
Dice que la situación que se simulaba producía grados de tensión importante entre los participantes en la reunión, pero valora la experiencia, porque, argumenta, “da la oportunidad de darse cuenta de la importancia de poder comunicarse bien con un médico, con una enfermera, con un político, con un dirigente de comunidad o con cualquier persona”.
Destaca la validez como herramienta de la simulación: “La única forma que hay para estar preparados ante una emergencia es simular lo que está ocurriendo para ir resolviendo los problemas que van apareciendo”.
A ella esta experiencia le significó un cambio en su perspectiva profesional: “He reflexionado que mi papel como científica, mujer e inmunóloga, trasciende a mi laboratorio y las aulas donde yo enseño. Tengo la responsabilidad también de hacer llegar el conocimiento a las personas y estar dispuesta a tomar responsabilidades que conlleven a mejorar la salud de las personas”.
Ciencia más allá del laboratorio
La doctora Osorio fue presidenta de la Sociedad Chilena de Inmunología entre 2019 y 2021. Por lo tanto estaba en el cargo cuando se presentó la pandemia del Covid 19.
Lo recuerda como un desafío: “Como inmunólogos tuvimos la gran responsabilidad de educar con la información que se iba teniendo en el momento, generar propuestas y opiniones que pusieran en el centro la racionalidad y la evidencia científica en un momento muy complejo donde se presentaban muchas interrogantes, y había que estar atentos a todo lo que fue el desarrollo de las vacunas”.
En conjunto con sus colegas inmunólogas Mercedes López y María Rosa Bono formaron un equipo con el que hicieron estudios sobre los tipos de respuesta inmune que se daban en los diversos grados de severidad del contagio del Covid 19 y la efectividad de recibir vacunas diferentes en las distintas etapas de inoculación.
Esto les dio la oportunidad de realizar aportes que fueron trasladados rápidamente a la comunidad, lo que ella valora especialmente: “Yo creo, dice la científica, que ha sido un cambio importante que ha venido con la pandemia. Los resultados que estamos teniendo en el laboratorio los obtenemos no como individuos, sino como equipos de colaboración, y tenemos la gran oportunidad de difundirlos rápidamente a las personas”.