Publicado en el Correo del Sur
Ya fue detectada en tres países de la región, pero todavía la información es escasa. La nueva variante del coronavirus, denominada como C37 o andina, encendió la alerta en Sudamérica.
Las autoridades sanitarias de Chile y Perú fueron las primeras en advertir la presencia de la variante en sus territorios. Hace una semana lo hizo Ecuador. Sin embargo, en ninguno de estos países pueden afirmar dónde se originó ni si es la causante del vertiginoso ascenso de contagios en la región.
De acuerdo con un informe publicado en virological.org y citado por La Tercera de Chile, la nueva variante posee mutaciones que están cerca de la proteína Spike (S), que es la que permite su unión a la célula humana y que ya se ha detectado en las variantes británica, sudafricana y brasileña.
“Posee varias mutaciones. Hay unas en particular que me llama la atención y que está en el gen ORF1a. En ese gen, se borraron tres letras o tres aminoácidos, que es la misma delección que ocurrió en la variante británica, sudafricana y brasileña. La otra mutación está en la proteína S. Aquí presenta una combinación nueva, que también se ha vivisto en otras mutaciones, pero que en este caso, reúne 7 deleciones, siete aminoácidos que se borraron”, señala el peruano Pablo Tsukayama, profesor de Microbiología de la Universidad Cayetano Heredia y autor del reporte, citado por el diario chileno.
Sobre las mutaciones detectadas en la proteína Spike (S), la investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile, Vivian Luchsinger, señaló a La Tercera que un cambio en esa posición “podría favorecer y hacer más rápida la infección o hacer que el virus se vuelva más transmisible y eso darle mayor facilidad para infectar a las personas y así, desplazar a las otras variantes que están circulando”.
También señala como un segundo efecto que los anticuerpos, producidos a través de la vacunación y que quedan tras la infección, no sirvan.
