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Israel, el gran laboratorio de la vacuna contra el coronavirus muestra la colosal efectividad de las inoculaciones

Publicado en La Tercera

Hasta ahora, Israel se ha transformado en un caso “de libro” sobre cómo la vacuna contra el coronavirus puede proteger a la población. Su impecable plan de vacunación ha mostrado lo que en un futuro se podría replicar en el resto del mundo.

El Covid-19 ha mostrado su indolencia contra el mundo. La enfermedad que actualmente azota a todos los continentes del planeta, ha cobrado la vida de más de 2,5 millones de personas.

Los esfuerzos para evitar más contagios y fallecimientos han llevado a la comunidad científica y a los países a encauzar todos sus recursos, tanto monetarios como intelectuales, para buscar una solución a la pandemia.

Y tras once meses, se empezó a ver una luz de esperanza ante la crisis sanitaria. Dentro de diminutos frascos estaba el aparente remedio: las vacunas salían una vez más a proporcionar la protección necesaria a la humanidad para intentar reducir los casos de coronavirus en el planeta.

El paso siguiente fue la distribución de las dosis. Los esfuerzos logísticos de las naciones para lograr conseguir cuanto antes las inyecciones, tomaron meses de conversación con las farmacéuticas creadoras de las vacunas y planificación para idear la campaña más rápida y efectiva para lograr inocular a sus habitantes.

El caso israelí

Y dentro de estos países, hay uno que ha liderado el plan de vacunación.

Israel, territorio que cuenta con una población de aproximadamente 9 millones de personas, fue una de las primeras naciones en iniciar las jornadas de inoculación. El 19 de diciembre comenzó a inmunizar 150.000 personas por día, dándole prioridad a los mayores de 60 años, trabajadores del sistema de salud y personas con cuadros clínicos de vulnerabilidad ante el virus.

El país del medio oriente ha tenido una campaña de vacunación incomparable, logrando vacunar a más del 50% de sus ciudadanos.

De acuerdo al registro de inoculaciones de la Universidad de Oxford, Israel promedia, a finales de febrero, 91 vacunados por cada 100 personas. Casi la totalidad de su población ha recibido por lo menos la primera dosis de la inyección contra el Covid-19.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recibe una vacuna contra Covid-19 en el Centro Médico Sheba en Ramat Gan, Israel. Foto: Amir Cohen/Reuters.

Pero la estrategia israelí empezó desde mucho antes. La nación aseguró el suministro de la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech al inicio de la pandemia.

Además, el país contactó a personas con acceso prioritario a la vacuna a través de su sistema de atención médica. Por ley, todos los israelíes deben estar registrados con un proveedor de atención médica reconocido.

Asimismo, el gobierno ha subdividido los envíos de la vacuna de Pfizer, manteniendo las estrictas medidas de mantención (su almacenamiento debe ser a menos 70 grados Celsius), lo cual ha permitido enviar pequeños lotes a comunidades remotas dentro del territorio.

Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Dirección de Postgrados de la Facultad de Medicina de la U. de Santiago (Usach) sostiene que la exitosa campaña de vacunación habla de una organización previa por parte de Israel que apostó a una vacuna que estaba en desarrollo y una tecnología nueva para este tipo de virus. Además, señala Silva, los israelíes tomaron medidas restrictivas como la implementación de cuarentenas y restricción en la movilización previo al inicio de la vacunación.

Vacuna en el “mundo real”: Resultados impresionantes

En febrero se publicó el primer estudio a gran escala de la vacuna Pfizer/BioNTech en Israel para contrastar la efectividad de la inoculación in situ y contrastarla con la vista en los ensayos clínicos, escenarios controlados que seleccionan a personas óptimas para testear las inyecciones.

Los resultados fueron aplastantes. La investigación del Instituto Clalit arrojó que dos dosis de la vacuna de la farmacéutica estadounidense redujo los casos sintomáticos en un 94% en todos los grupos de edad y en un 92% las enfermedades graves asociadas a la enfermedad.

Para la doctora Claudia Cortés, infectóloga de la Clínica Santa María, es “fantástico que los números de la vida real sean similares a los estudios clínicos”.

“Israel es la demostración empírica de lo que los médicos, infectólogos y científicos han repetido. Para que la vacuna sirva, se necesita tener un amplio acceso a la vacuna, sobre el 80% de la población al menos”, afirma la infectóloga.

Cortés indica que los israelíes demostraron que vacunando masivamente cercano al 70% de la población de forma rápida, en tres semanas ya empiezan a disminuir el número de nuevos casos y al existir menos contagiados, menos hospitalizados graves y empieza a bajar la mortalidad.

Asimismo, al hacer tan expedito su proceso de vacunación, logró proteger a su población antes de la llegada masiva de variantes del virus. “Lograron aplicar algo que para muchas personas es teórico. Israel lo demuestra. Ha sido un laboratorio gigantesco”, agrega Cortés.

Las cifras en terreno estuvieron cercanas a los observados en el estudio clínico, los cuales encontraron que dos dosis tenían una efectividad del 95%.

“Estábamos sorprendidos porque esperábamos que en el entorno del mundo real, donde la cadena de frío no se mantiene perfectamente y la población es mayor y está más enferma, no obtendríamos tan buenos resultados como los vistos en los ensayos controlados” afirmó Ran Balicer, autor senior del estudio a Reuters.

Rafael Medina, virólogo y profesor asociado del Departamento de Enfermedades Infecciosas e Inmunología Pediátrica de la UC sostiene que las cifras de Israel muestran cómo los casos graves por coronavirus se pueden prevenir con las vacunas. El virólogo advierte que si bien, según los estudios actuales, no te protegerá eternamente, sí se puede afirmar que disminuye considerablemente el riesgo de complicaciones que pongan en peligro la vida de los pacientes.

La investigación también sugiere que la vacuna de la farmacéutica estadounidense y la alemana también es efectiva contra la variante “británica”, 70% más contagiosa que la original.

Medina añade que es difícil responder en este minuto si el caso israelí se podría replicar en otras naciones debido a la cantidad de vacunas actualmente en el mercado y a la rápida proliferación de variantes del Sars-CoV-2.

El virólogo explica que se podría tomar el caso de Sudáfrica donde se demostró que la vacuna de AstraZeneca no estaba siendo tan eficiente en prevenir la enfermedad de la variante que ellos han visto ya en el país. Sin embargo, indica que algo que se debe ir estudiando día a día y ver cómo se comportan las inyecciones.

El siguiente paso

Debido a los buenos resultados de la campaña de vacunación, Israel ya ha empezado a volver a la normalidad. Si bien el uso de mascarillas y el distanciamiento social siguen rigiendo, el país del medio oriente dio luz verde para abrir el comercio, bibliotecas, gimnasios, hoteles y sinagogas.

No obstante, para ingresar a estas instalaciones, se solicitará un “pasaporte verde” que acreditará que la persona cuenta con sus dos vacunas, medida que se está pensando implementar en nuestro país y ha causado polémica alrededor del mundo ya que ha sido tildada de “discriminatoria”.

Sobre el futuro del virus y cómo este va a presentarse en los próximos años, la doctora Vivian Luchsinger, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) dice que se espera que el Covid siga circulando como otro de los virus respiratorios como la influenza pero no con la cantidad de casos actuales. Luchsinger añade que se deberá mantener la vacunación y quizás pensar en una campaña de invierno como la de la gripe cada año en base a la vigilancia activa de las variantes que están circulando del coronavirus.

Sin embargo, la investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas es enfática en señalar que la “campaña de vacunación” no se debe ver como una estrategia aplicable solamente dentro del territorio, sino que debe ir directamente relacionada con un esfuerzo de todos los países, en especial los que tuvieron los recursos para comprar las vacunas, en hacer un “fondo común” para ayudar a los países que no están en las mismas condiciones, ya que podrían seguir siendo un foco de infección.

Medina agrega que la falta o retraso del proceso de vacunación a nivel global, no solo es el principal “cuello de botella” para superar la pandemia, sino que mantendría en circulación variantes de Covid-19 que podrían afectar la efectividad de la inoculación.

Las organizaciones internacionales de salud ya han tomado cartas en el asunto y por medio de iniciativas como Covax, para asegurar el acceso equitativo y justo de vacunas a los países con menos recursos que no pueden acceder a las vacunas por sus propios medios.

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