Publicado en La Tercera.
Una de las vacunas más prometedoras del mercado para combatir el Sars-CoV-2 tiene un componente chileno.
Una decena de vacunas contra el nuevo coronavirus Sars-CoV-2 ya han iniciado pruebas en humanos.
Esta semana una nueva candidata se sumó a esta carrera: la
vacuna que desarrolla la compañía Novavax, empresa estadounidensesueca en la
que Bill Gates, a través de la Coalición para la Preparación e Innovación ante
Epidemias (Cepi) ya ha invertido casi 388 millones de dólares.
En su formulación, esta vacuna lleva una parte de Chile: el
quillay (Quillaja saponaria Molina). Más allá de sus usos en productos
cosméticos, por años este árbol nativo ha sido estudiado por las saponinas,
sustancia clave en la industria de las vacunas, como adyuvantes o
potenciadores.
Novavax usa en su prototipo una tercera generación de potenciadores llamada Matrix-M, que también contiene saponinas extraídas de la corteza del quillay.
En la década delos 90, Ricardo San Martín, entonces profesor de Ingeniería de la U.Católica, pasó gran parte de su tiempo estudiando las potencialidades del quillay y colaborando con el investigador sueco Bror Morein (uno de los fundadores de Novavax) y que ya había patentado las saponinas del quillay como un adyuvante en vacunas en 1984. La tecnología entonces se llamaba Iscom, complejos inmunoestimulantes constituidos Por lípidos y saponinas de quillay. “Partí trabajando con este grupo. Entonces, las saponinas se utilizaban como adyuvantes en vacunas, pero solo en animales, para prevenir la fiebre aftosa. No estaban autorizadas para uso en humanos, porque producían irritación.
La investigadora Charlotte Kensil logró separar las tóxicas de las que no lo eran”, recuerda. San Martín siguió investigando las bondades de este árbol, trabajo que lo llevó a fundar Natural Response, empresa dedicada a estudiar y producir saponinas para diferentes usos industriales, mineros y farmacéuticos. Posteriormente, esta empresa se vendió al grupo Desertking, que hoy sigue distribuyendo saponinas de quillay y extracto de otras plantas, como yuca y jojoba. Hace siete años que San Martín no vive en Chile. Ahora es profesor de la U. De California, en Berkeley En la década del 2000, el virólogo de la U. De Chile Luis Fidel Avendaño buscaba una vacuna contra el Virus Respiratorio Sincicial (VRS).
En ese contexto, conoció a Morein, quien también fue parte del proyecto Fondef con el que buscaban desarrollarla. “Ese proyecto duró de 2006 a 2008. Para esta vacuna contra el Sars lo que hacen es tomar una proteína de la superficie del virus y mezclar con un adyuvante. Así se estimula la respuesta inmune. Usamos la misma lógica cuando buscábamos una vacuna contra el VRS”, detalla el pediatra y virólogo. Respecto de la vacuna que desarrolla Novavax, Avendaño tiene esperanzas. “Es una vacuna con tecnología clásica y segura. Otras vacunas en desarrollo para el nuevo coronavirus usan ARN mensajero y a la fecha no existen vacunas en el mercado de este tipo, ni siquiera para otros virus. Una basada en proteína tiene más historial de garantía”, señala. Los adyuvantes Una de las formas de hacer una vacuna es usar una parte del virus o una proteína del virus y presentarla al sistema inmune para que éste la reconozca y genere inmunidad. Este tipo requiere de un adyuvante o potenciador.
María Carmen Molina, profesora del Programa de Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la U. De Chile, Dice que los adyuvantes se utilizan pata estimular la respuesta inmune innata del organismo, que es la primera parte de la respuesta. Si es buena, la respuesta inmune adaptativa, que es la que genera memoria frente al patógeno, también es positiva.
Novavax anunció esta semana que estudiará a 130 personas sanas para evaluar seguridad y la respuesta inmune que genera la vacuna que están probando. Los primeros resultados estarán en julio. De San Martín, el árbol del quillay todavía tieNe sorpresas para la ciencia. “Yo creo que todavía hay más que estudiar, quedan desafíos, el crecimiento de las plantaciones, la variabilidad genética de los árboles, hacer más estudios con saponinas. Hay otros usos que explorar”, dice convencido.
