Publicado en El Mostrador
Preocupación ha generado el aumento de casos de dicha enfermedad registrados en Europa y Estados Unidos en menores de 10 años. En nuestro país, el Ministerio de Salud informó la activación de una alerta para poder hacer monitoreo y vigilancia de posibles casos de hepatitis infantil, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el fallecimiento del primer menor de edad. Especialistas de la Universidad de Chile explican lo que se conoce hasta ahora sobre esta infección, sus síntomas y cómo prevenirla.
Durante el pasado fin de semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó al menos 169 casos en 11 países de una nueva hepatitis aguda infantil de origen desconocido, hasta ahora, cuyos primeros reportes fueron a comienzos de abril en Reino Unido.
A estas noticias se suma el hecho de que el organismo internacional también confirmó el primer fallecimiento de un niño por dicha enfermedad, mientras que otros 17 han necesitado un trasplante de hígado.
En nuestro país, el Ministerio de Salud (Minsal) ya activó las alarmas por este brote, y ha puesto en marcha los protocolos correspondientes a este tipo de situaciones, según señalaron autoridades de esta secretaría de Estado recientemente.
Asimismo, confirmaron que actualmente se encuentran monitoreando las hospitalizaciones a través del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS).
¿Qué se sabe hasta ahora?
La infectologa pediatra y académica del Departamento de Pediatría Norte y del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la U. de Chile, Lorena Tapia, explica que es “un aumento inesperado en el número de casos de hepatitis aguda, que es básicamente la inflamación del hígado en pacientes pediátricos, niñas principalmente, que se está dando en Europa, pero también ya hay casos reportados en Estados Unidos”.
Por su parte, Yalda Lucero, también investigadora del ICBM, señala que “lo que llama la atención es el aumento en la frecuencia y que algunos casos de Reino Unido han estado vinculados epidemiológicamente. O sea, que podría haber una fuente y de ahí surge la hipótesis de que esto pueda tener un origen infeccioso o tóxico”.
Adicionalmente, la académica señala que durante los últimos días ha ido ganando fuerza la idea de que esto “es infeccioso por el comportamiento epidemiológico, y también porque se han hecho estudios de distintos tipos de virus y ha habido cierta asociación con uno en particular, que es el adenovirus entérico, una infección que conocemos hace mucho tiempo, pero que -en general- produce diarrea, gastroenteritis y, en algunos pacientes, desde antes se sabía que podían sufrir hepatitis”.
Dentro de las posibilidades que se barajan sobre la o las causas, la viróloga Lorena Tapia plantea que “en cerca de un 75 por ciento de los casos se han encontrado adenovirus. Está dentro de los agentes que pudieran estar detrás de esta infección. Todavía no está claro si es solo el adenovirus o si es el adenovirus más algún otro factor. Normalmente, el adenovirus no da con mucha frecuencia esta infección e inflamación del hígado. Es algo más o menos nuevo”, advierte.
¿Cuáles son los síntomas?
Guillermo Zepeda, pediatra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, de la Clínica Quílin, y presidente de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias (SER Chile), describe los síntomas que caracterizan a la hepatitis: “La gente se pone de un color intensamente amarillo, la parte blanca del ojo se pone inmediatamente amarilla, también el resto del cuerpo. Habitualmente, la orina sale de un color café oscuro, muy parecido al té, y las deposiciones aparecen más bien de un color blanquecino”.
Frente a la alerta y preocupación que existe entre padres y madres de menores, la doctora Lucero pone paños fríos a la situación sanitaria, señalando que “hay que estar alertas, pero no alarmados”.
En el caso puntual de nuestro país, la especialista dice que “no hay que alarmarse, porque los indicadores epidemiológicos indican que esto todavía no ha llegado a Chile y podría no llegar incluso, pero hay que estar alerta”.
Además, la académica recalca que en caso de que se identifiquen algunos síntomas se debe consultar con el especialista. “Hay que consultar al servicio de urgencia, tomar exámenes de sangre y ahí ver si efectivamente el hígado está inflamado o no, y también ahí se ve si se trata de una hepatitis grave o no”, aconseja.