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Estudio detecta que sistema inmune demora hasta cinco meses en recuperarse tras infección por COVID-19

Publicado por la Universidad de Chile

Investigación desarrollada por el Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile, que analizó a personas recuperadas de tres regiones del país, identificó que los mecanismos celulares celulares defensivos tardan meses en recuperar sus parámetros normales. Esta respuesta anómala del cuerpo estaría relacionada con la persistencia de síntomas y secuelas a largo plazo que generaría esta enfermedad. El trabajo, liderado por la Dra. Mercedes López, es parte de los proyectos apoyados por la Agencia Nacional de Investigación (ANID) para el estudio de la pandemia en Chile.

El sistema inmune celular de pacientes chilenos ya recuperados del COVID-19 puede permanecer activo por meses. Esta fue la conclusión a la que llegó un estudio del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile que analizó la respuesta de distintos tipos de personas recuperadas de esta enfermedad en las regiones de Coquimbo, Metropolitana y de Aysén.

La Dra. Mercedes López, académica de la Facultad de Medicina que lideró la investigación, explicó que este fenómeno fue detectado al analizar el comportamiento inmune celular del grupo de pacientes tras superar el COVID-19 y que se trata de una respuesta anómala, probablemente originada por la “magnitud” de la infección. “Los pacientes que estamos observando, la gran mayoría, se recuperan totalmente, pero algunos permanecen con síntomas variados, aun cuando ya están de alta. Mucha de esta sintomatología puede deberse a que en los pacientes persisten células inmunes activadas e inflamación”, señala.

Explica, por otra parte, que si bien los niveles de anticuerpos recuperan sus parámetros normales rápidamente, no ocurre lo mismo con los mecanismos defensivos celulares. Por esta razón, a juicio de la científica del ICBM, los trastornos que se observan en pacientes recuperados hace necesario enfatizar en la población el mensaje de mantener las medidas preventivas a la espera de una vacuna.

Estos resultados son coincidentes con lo observado en otros grupos, y pueden tener relación con la persistencia de manifestaciones y secuelas luego de haber sufrido la enfermedad, efecto conocido como “long COVID-19” o COVID-19 de largo plazo. “Lo que observamos en los pacientes con infecciones leves o moderadas es que el sistema inmune se recupera más lento, no logra volver a foja cero normalmente, y esto se extiende por tres o cuatro meses. Ahí hay una amplitud de síntomas, muchas veces vagos. Las personas insisten en que se mantienen con dolores de cabeza, mialgias y fatiga, aun cuando los exámenes de laboratorio tradicionales son normales”.

El hallazgo, realizado por investigadores de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, es parte de los proyectos financiados por la Agencia Nacional de Investigación (ANID) para el estudio de la pandemia en Chile. El proyecto continuará por todo este año con casos obtenidos desde establecimientos de salud de Coquimbo, Santiago y Punta Arenas.

Inmunidad innata y adaptativa

El estudio analizó muestras de suero y sangre de individuos recuperados con distintos grados de severidad en el transcurso de la enfermedad: de sintomáticos leves a moderados; y de hospitalizados no ventilados a ventilados, quienes fueron seguidos durante semanas.

“Una vez que la infección es superada, se empiezan a normalizar los linfocitos T y los títulos de anticuerpos, pero a nivel celular, de las respuestas innatas y adaptativas, las células permanecen activadas. Y eso es bastante notable”, afirma la Dra. López.

Al respecto, explica que el sistema inmune en humanos tiene dos niveles, muy relacionados el uno con el otro temporal y funcionalmente: la inmunidad innata y adaptativa (linfocitos T y B). La respuesta innata se monta apenas se toma contacto con un agresor y su objetivo es eliminarlo. Esto ocurre en segundos, de manera casi instantánea. Pero, secundariamente a ese mecanismo, se empieza a desarrollar la inmunidad adaptativa, que demora más tiempo, pero es una respuesta más duradera. Esta, de hecho, es la inmunidad que tiene que activarse para que tengamos memoria inmunológica.

Los hallazgos de esta investigación apuntan a que ambos tipos de inmunidades podrían estar relacionadas con la sintomatología extendida de la infección, al permanecer “encendidas” durante meses. “Si bien en muchos casos no son necesarios tratamientos, muestra que no se trata de cualquier infección, y que sigue siendo fundamental la prevención”, agrega la investigadora.

Sistema inmune «cansado»

Tras una correlación de datos clínicos e inmunológicos, que también son coincidentes con lo observado en otros países, el trabajo determinó además que no hay una relación entre enfermedad leve y anticuerpos. Se trata de un parámetro altamente variable en distintos casos, detalla la Dra. López.

“Cuando la infección termina, los pacientes quedan con un nivel de anticuerpos mayor que antes de la infección, pero luego disminuyen. No es de extrañar, no pone en duda que hayan generado inmunidad o una memoria de por lo menos corto plazo. Lo preocupante es la respuesta inmune celular, que significa que al sistema le cuesta recuperar su normalidad posterior a la infección. Y eso puede tener implicaciones futuras que es necesario estudiar”.

De acuerdo a la investigadora del ICBM, los análisis demuestran marcadores de activación en células del sistema inmune adaptativo, en particular la respuesta citotóxica. Allí un grupo específico de linfocitos T, los DC8, se encuentran no sólo activados, sino con síntomas de una extenuante batalla contra la infección. “Este perfil de linfocitos los llamamos ‘cansados’ o ‘extenuados’, y son menos eficaces”, precisa la Dra. López.

Plataforma científica ante pandemias

Actualmente, el equipo de investigadores que forman parte de esta iniciativa financiada por ANID trabajan en la recolección de muestras para estudiar la respuesta inmune de profesionales de la salud que serán inmunizados los próximos días.

Este proyecto, a largo plazo, busca generar información para la adopción de estrategias y protocolos sanitarios contra el COVID-19, así como una plataforma de conocimiento inmunológico a nivel nacional con experiencia académica y logística para el seguimiento y vigilancia de emergencias de este tipo en el futuro. “Hay un aporte importante el conocimiento y la comprensión de la inmuno-patogenia de la infección”, indica la Dra. Mercedes López-

“Es importante que en Chile exista independencia y tecnologías de análisis de infecciones emergentes, y este proyecto pretende aportar a la creación de estas capacidades de investigación. Aunque ha habido reportes internacionales sobre cómo funciona la infección, no podemos ser meros observadores y queremos contribuir a observar lo que ocurre en el país. La expectativa es hacer avances importantes para caracterizar la respuesta inmunológica de los pacientes”, agrega la Dra. Fabiola Osorio, investigadora del ICBM.

Estudio detecta que sistema inmune demora hasta cinco meses en recuperarse tras infección por COVID-19